24 de mayo de 2009

Si me dices que si, piénsalo dos veces.
Puede que te convenga decirme que no.
Si me dices que no, puede que te equivoques.
Yo me daré a la tarea de que me digas que si.
Si me dices que si dejaré de soñar y me volveré un idiota,
mejor dime que no y dame ese si como un cuenta gotas;
dime que no pensando en un si y déjame lo otro a mi,
que si se me pone fácil el amor se hace fragil y uno para de soñar.
Dime que no, y deja la puerta abierta.
Dime que no me tendrás pensando todo el día en tí,
planeando la estrategia para un si.
Dime que no lánzame un si camuflado,
clávame una duda y me quedaré a tu lado.

No hay comentarios: